Un
gran paradigma de mi disciplina fue la revolución verde. Esta tiene su
fundamento en el avance tecnológico para modificar el medio de manera que se
creen condiciones mejores para la ganadería y agricultura. Se emplea riego, se
aplican fertilizantes y herbicidas, plaguicidas, se administran vacunas y
medicamentos al ganado y se recurre a la mecanización en la preparación del
suelo de los campos, con el uso de combustibles fósiles.
La revolución afectó, en distintos momentos, a todos los
países y puede decirse que ha cambiado totalmente el proceso de producción de
los productos agrícolas. Es lo que hoy conocemos como agricultura convencional.
Es
cierto que esta forma de producción obtuvo grandes rendimientos de las cosechas,
pero también grandes consecuencias a nivel ambiental y energético. La
mecanización de los suelos, el monocultivo y la aplicación de grandes dosis de
fertilizantes aceleran la degradación de los suelos, contaminan el agua y
disminuyen la diversidad de flora y fauna.
Hoy
en día el consumo de productos provenientes de producción ecológica está en
aumento, y poco a poco la sociedad va concienciándose sobre los problemas
medioambientales. Digamos que vamos hacia un cambio, por lo que el ciclo de Kuhn
se va cumpliendo, se han ido viendo las anomalías del paradigma anterior y van
modificándose dando paso a uno mejorado.
Buscando
información he encontrado una entrada sobre la revolución verde que me ha
resultado interesante, por si a alguien le apetece echarle un vistazo os dejo
el enlace aquí.